lunes, 26 de septiembre de 2016

La matanza del 1937

La matanza del 1937

República dominicana tiene una sombra que aún entenebrece nuestra historia, y es el sangriento genocidio de haitianos en 1937 ocurrido durante el régimen trujillista. Una sombra a la que muy pocos autores se han atrevido enfrentar. Sin embargo, no podemos negar que las manos manchadas de sangre aún permanecen sin limpiar.

Debemos recordar que la comunidad haitiana en República Dominicana era sumamente grande y tenía ya fuertes vínculos con la dominicana. En 1920 se incrementó el número de haitianos en todas las zonas fronterizas con la complicidad de los mismos militares y migratorios. Incluso, había provincias en las que la cantidad de haitianos era mayor que la de dominicanos.

La inmigración de haitianos aumentó aún más con la crisis económica mundial de 1929 en la que muchos países fueron afectados y por consiguiente Haití. Quien sufrió una gran depresión laboral. En ese mismo año el presidente Horacio Vásquez convino un inconcluso tratado fronterizo, lo que llevó a Trujillo a reconsiderar aquel tratado en 1936 y emprendió la resolución a este. Las relaciones de Trujillo con los presidentes haitianos, antes y después de la matanza del 37, eran estrechas, incluso él mismo financió la llegada de Elie Lescot al poder en 1941. Sin embargo esa última relación acabó de un día para otra, ¿qué pasó? Bueno, muchos autores asumen que el propósito de Trujillo era gobernar Haití y que para ello contaba con el apoyo de Elie Lescot quién se zapatió y no cumplió con su parte.

Causas de la Matanza

La actitud de Trujillo frente al pueblo haitiano es tan enigmática que se vuelve difícil distinguir claramente lo que lo llevó a tal atrocidad del genocidio. Sin embargo, pueden considerarse más de una sola causa.
Para muchos la causa fue el blanqueamiento, para otros el deseo del poder total, del control absoluto del territorio nacional; una muestra de su autoridad,  una marca de sus planes frustrado de controlar a Haití, causas económicas… entre otras.
Para esta parte me gustaría hacer referencia de algunos autores que consideran diferentes causas. Uno de ellos es José Israel Cuello que en su libro titulado "Documentos del conflicto domínico-haitiano de 1937" considera la matanza como  "un zapatazo" de Trujillo para quitarse presiones que hacían sectores intelectuales y conservadores del país, luego de la firma en 1936 del "Protocolo del Tratado del 29", un documento que ratificaba los límites de ambos países establecidos en el 1929, durante el gobierno de Horacio Vásquez, pero que agregaba una enmienda, en donde Dominicana cedía el valle de la Miel (al suroeste) a los haitianos, lo cual no cayó bien entre esos grupos. Según Cuello, estos sectores comenzaron a provocar por lo bajo a Trujillo, reclamándole que era muy "valiente" con los dominicanos, pero que con los haitianos no tenía la misma valentía.

Un factor que casi siempre es el primero a considerar es el racismo de Trujillo frente a población negra, algo que desde algunos puntos de vista es hasta enigmático, pues por la parte materna Trujillo era nieto de Erciná Chevalier, una dama de origen haitiano. Sin embargo fueron más que evidentes las intenciones de él en blanquear las zonas fronterizas de República Dominicana desde mucho antes de la matanza. Reclutando personas de tez claras en aquellas zonas. En 1933 la dictadura promulgó una ley para limitar la inmigración negra al país. Además se considera también, obedeció  al designio del pueblo dominicano de delimitar la nación tanto geográfica como culturalmente. Este punto de vista del componente étnico está respaldado por autores como BernardoVega, Richard L. Turits, entre otros.
Otro personaje que ofrece una causa es Juan Isidro Jiménez Grullón, la cual es “el fracaso de la política de Trujillo para controlar el territorio haitiano; al no lograr su objetivo entonces acudió al genocidio para incrementar su concentración de capitales.
Me gustaría mencionar los siguientes párrafos de la obra del doctor Gutiérrez Félix:
“A la cabeza de una caballería de más de 100 jinetes (en 1932) recorrió Trujillo la línea Noroeste… Fue en ese viaje, el tercero que Trujillo realizaba por la Línea Noroeste, en el cual comenzó a recibir quejas de los pobladores rurales por la presencia de nacionales haitianos, quienes se dedicaban al robo de ganado y otros animales domésticos, lo que iba creando un sentimiento de animadversión contra los haitianos en esa región….”
 “En las cercanías de Dajabón, a la orilla de un río, se detuvo a ver varios adultos haitianos bañándose sin ropas. Su reacción fue de desagrado. Más adelante encontró un joven de algunos quince o dieciséis años completamente desnudo. Detuvo el caballo y le preguntó: “Tú eres dominicano?” El muchacho le contestó que sí, en español, y Trujillo le dijo: “Cómo puedo creer lo que dices?”. El joven respondió cantando el Himno Nacional y Trujillo, admirado, le obsequió 20 dólares”.

Si algo nos deja entendido los  párrafos anteriores es que el repudio de Trujillo hacia los haitianos se fue acrecentando paso tras paso.



No hay comentarios:

Publicar un comentario